Una
anciana tibetana desliza sus dedos sobre unos rollos cilíndricos que contienen
antiguos mantras, haciéndolos girar a la par que repite en su interior las
mismas palabras sagradas. Un hombre hindú cree limpiar su espíritu bañando su
cuerpo en las aguas que rodean el templo dorado de Amristar. Un maestro del
Corán instruye a una pequeña en las enseñanzas básicas del libro sagrado de los
musulmanes. Un etíope cristiano muestra orgulloso la incisión auto infligida en
su frente ya cicatrizada en forma de cruz.
Estas
son parte de las fotografías premiadas en la última edición del concurso “Faith through a lens” convocado por un número de organizaciones de caridad británicas
que promueven la concurrencia entre las más diversas religiones y credos del
planeta. No existe ningún tipo de
discriminación para los participantes, deben eso sí, capturar la esencia de un
momento íntimo, profundo y a la vez estético en que una persona o un grupo
humano manifiesta de forma explícita su creencia en algo o en alguien supremo
bajo lo cual estructuran sus vidas.
Entre otras cosas, el concurso intenta compilar y mostrar la importancia que sigue teniendo la fe en millones de creyentes que se abandonan ante un ritual, que se absorben en un momento de contemplación divina o que sacralizan cualquier actividad en apariencia profana, enriqueciendo de esta manera sus terrenales vidas para situarlas en una dimensión superior.
Pero
así como en la mayoría de los casos son los fieles los protagonistas, un ojo
acucioso no puede dejar de advertir la importancia que juega la arquitectura en
la construcción de este andamiaje propicio para un acercamiento con lo inefable,
materializando así espacios para la fe.
Revisando
anteriores ediciones del concurso, el archivo provee un importante material
gráfico para ensayar algunas reflexiones que desde hace algún tiempo vengo
haciendo sobre el tema. Me inclino por dividir los comentarios en cuatro
grupos: Muros, interiores, escenarios urbanos y marcas en el territorio que iré
desarrollando en este, y en siguientes posts.
1.-
MUROS
La
obstinación humana por un centro
Desde
que el hombre abandonó el nomadismo y se volvió sedentario empezó a organizar
su mundo a través de un centro. La seguridad que brinda un referente conocido
ante la inmensidad de territorios ignotos hizo que ciertas construcciones
fueran adquiriendo connotaciones simbólicas y místicas. La idea primigenia del axis mundi o eje del mundo que conecta
la tierra con el cielo se desarrolló de manera bastante similar en muchas
culturas inconexas.
Esta
idea de pertenencia a un lugar y a la
vez la fe puesta en una divinidad relacionable con el medio físico y cultural
desarrollado, era capaz de completar la esencia humana advertida desde un
principio como algo no limitado a lo terrenal; siendo esto el germen de las más
grandiosas producciones constructivas, pues llevaban el fundamento de una
intencionalidad trascendente.
Esta
idea de centro para el pueblo judío es asociada con el monte del templo, lugar escogido por el rey David para construir el
lugar más sagrado para los hebreos, el gran templo de Jerusalén. No es objetivo
de este texto referirse a la historia posterior que destruyó al templo ni a la
diáspora que parece ser una constante en el pueblo judío. Interesa adentrarnos
en esas imágenes que dan cuenta de una
necesidad terrenal y espiritual del pueblo judío esparcido por el mundo entero
por retornar a sus orígenes y con esto a la esencia de lo que son. Cientos de
miles de fieles visitan el muro occidental para ofrecer oraciones, recitar
salmos y pedir por la llegada del mesías prometido hace miles de años. Cuenta
la tradición que esta sección del muro fue construida por la gente más pobre
del pueblo y que en premio a su esfuerzo Dios les prometió que su muro jamás
caería y que si fuera necesario sería defendido por un ejército de ángeles.
Un
judío marcha a paso firme a cumplir un ritual practicado por sus antepasados
desde hace centurias, mientras un grupo de mujeres judías ya lo hace en el
sector asignado especialmente para ellas, mientras tanto una paloma en primer
plano parece reclamar por una paz que lamentablemente no existe en esa parte
del mundo.
Fotos del concurso Faith through a lens, autores de izquierda a derecha: Stephen Penney
y Sharon Davidson
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Lo inmaterial revelado en un muro
La
idea de un Dios inmaterial, puro espíritu carente de una entidad corpórea pero
a la vez omnipresente en todas las cosas es común muchas de las religiones del
mundo. El fiel necesita no una epifanía
pero si un símil capaz de sustentar lo que a veces suele ser ininteligible. Es así
que a veces de una forma intencionada y otras tantas de manera casual los muros
se convierten en telón de fondo para que la luz proyecte lo que un espíritu
atento suele relacionar con la presencia divina.
Resulta
objetiva la aparición de la luz en un muro, así como su discurrir a través del
mismo conforme el paso del tiempo, lo
cual es fácilmente relacionable con los tiempos cósmicos, sin embargo resulta
subjetiva la experiencia del fiel que contemplando este fenómeno lo atribuye a
lo sagrado.
En
las fotos se puede ver al centenario muro de una iglesia renovado por la
emulsión de colores que proyectado momentáneamente en una de sus caras,
producto del reflejo de unos vitrales recientemente colocados, genera una
atmósfera mística renovada. Por otro lado la sombra de una cruz cristiana proyectada
momentáneamente en un muro de piedra recorre lentamente su superficie, mientras
que, en otra foto, otra cruz aparece de
manera espontánea cuando un rayo de luz vertical complementa su segmento
horizontal en donde figura el nombre de Jesús de Nazaret.
Fotos del concurso Faith through a lens, autores de izquierda a derecha: Angela
Broadberry, Helen Frost y Jez Cunningham
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Oyendo desde la profundidad de los muros
Está
ya dicho que un muro puede convertirse en el escenario propicio para la
manifestación de lo efímero y etéreo lo cual es fácilmente asociado con lo
divino, pero puede ser también un muro que por las inscripciones simbólicas o
textuales sea la fuente de mensajes explícitos para los eventuales habitantes o
feligreses.
Perdido
en el tiempo se encuentra el nacimiento de ciertas construcciones fonéticas que
parecen incluso anteceder la aparición del lenguaje utilitario. A estas
pequeñas palabras o breves frases se les atribuyen funciones mágico religiosas
que repetidas de forma reiterada y rítmica son el portal de acceso a estados
místicos. Utilizados en algunas culturas orientales a manera de mantras la
oración reiterada y monótona sigue siendo practicada a veces de manera
individual y otras colectiva.
La
arquitectura es muy rica también en la reiteración de elementos que van
constituyendo las partes de un todo y que muchas veces nos envuelve
proponiéndonos un discurso abstracto, sin embargo otras tantas su discurso es
mucho más explícito, como en el caso de los capiteles historiados del románico
o como las portadas barrocas americanas.
Foto del concurso Faith through a lens, autor Brian Tunnard
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En
la fotografía una mujer recorre por la parte inferior del palacio de Potala,
ubicado en Lhasa, capital del Tibet y centro del budismo tibetano. En su andar
va haciendo girar las ruedas de oración, unos antiguos artefactos que contienen
mantras escritos en sánscrito que le fueron enseñados a la anciana desde que
fue niña y ahora los repite mientras los va tocando haciendo girar los rollos
del muro y el pequeño que tiene en su propia mano. Una forma de orar con el
alma y con el cuerpo también.
CONTINUARÁ…
Se
han ajustado las imágenes para adaptarlas al formato del blog, las originales
pueden verse en la página oficial del concurso que es: http://www.faiththroughalens.co.uk o en su dirección de facebook:https://www.facebook.com/Congregational/photos_stream
Creo que está confundiendo lo místico con lo puramente sensorial. Es una interpretación que conlleva a malas prácticas de la fe que no debería apuntalar con sus comentarios.
ResponderEliminarRoberto, gracias por tu comentario, lo que he querido mostrar es la arquitectura hecha de manera conciente para construir una espacialidad propicia para albergar un ritual, un acto contemplativo o cualquier otra práctica religiosa realizada por una persona o un grupo humano alrededor del mundo. Entrar en el terreno de si hay buenas o malas prácticas de fe me parece algo muy subjetivo y personal, por lo cual no me atrevo a opinar ni discrimiar. Gracias de nuevo por leer el blog.
EliminarGonzalo: Interesante la perspectiva que ofrece tu artículo. Concuerdo contigo cómo lo material alberga lo inmaterial convertido en fe o en acto de fe. Igualmente interesante la aplicación del simil entre las mandras, repeticiones fonéticas, con las repeticiones de los motivos en la arquitectura barroca americana. Algtuien pensará y lo hará bien, que se trata de buscar la simetría, pero al fin y al cabo la simetría sintetiza lo divino.
EliminarExacto Dante, sería imposible dejar de reconocer que la mejor arquitectura siempre ha sido hecha desde la idea de trascendencia y desde la fe. Desde stonehenge, pasando por Machu Picchu, siguiendo con las catedrales góticas y observando también las iglesias barrocas americanas, estas obras reflejan los inmensos esfuerzos de muchísima gente alentados por un ideal supremo.
EliminarDesde el título "soporta la fe", que espero se trate solamentede un desliz bien intencionado, los comentarios adicionales suponen una confusión en los temas asociados a la mística religiosa con lo estrictamente sensorial. La arquitectura no soporta la fe, la arquitectura solamente alberga actividades religiosas también. La fe es un tema complejo el cual es muy manoseado irresponsablemente. Salvo que como en muchos casos solamente sea por marketing.
ResponderEliminarRoberto, respeto tu opinión pero no la comparto. Ya que veo te interesa el tema te recomendaría leer algo de fenomenología, sobre todo de fenomenología trascendental. Revisa por ejemplo lo escrito por Edith Stein ( Discípula del mismo Edmund Husserl) y canonizada en 1998, allí verás lo perfectamente compatible que puede resultar la observancia de lo fenomenológico ( en donde la arquitectura puede jugar un rol fundamental) con el desarrollo de una intensa vida espiritual. No cero pues que a Santa Teresa Benedicta la haya interesado el "márketing". Saludos
EliminarEntiendo que no quieras quedar mal, te recomiendo leer con más cuidado lo mismo que has leído sobre la fe.
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